Viaje a Burkina Faso 2018-2019

Viaje a Burkina Faso 2018-2019

Quería volver a África, me había quedado impregnada de todo lo que aprendí del último viaje a Benín. Carme, la coordinadora de la Asociación de Escritores en Lengua Catalana, me recomendó Burkina Faso, un país que ella conoce muy bien y que ha visitado varias veces porque está casada con un burkinés. Es un lugar bastante desconocido para la gran mayoría de personas. Me aconsejó escribir un libro sobre Burkina y Benín, ya que los dos países se complementan. Hablé con Rosa y se animó, decidimos emprender el viaje al final del año 2018 y principios del 2019 aprovechando las vacaciones de Navidad. Las tierras africanas me cautivan, me acercan a los lugares más desconocidos de mi propio interior, a los lugares que no habría sido capaz de llegar de otra manera. África me conecta con la naturaleza, es un universo diferente donde el tiempo transcurre más despacio. Ellos dicen: “vosotros los europeos tenéis los relojes, pero nosotros tenemos el tiempo”. En Burkina, la vida evoluciona a un ritmo tranquilo. Los relojes no tienen sentido, y todo se desarrolla en un ambiente que desconoce la palabra estrés. Estoy abierta a las experiencias y vivencias que me deparará este viaje a Burkina Faso.

Me llevo la maleta llena de vivencias
Me ha encantado participar en festivales de música y visitar museos donde he podido conocer gran diversidad de instrumentos. He disfrutado de bailar y cantar con los niños, al ritmo de los tambores. Me ha gustado conocer las diferentes etnias y entrar en sus casas para ver como viven. He podido comprobar que algunas mujeres empiezan a ocupar cargos en lugares públicos ya que, en la mayoría de museos que he visitado, siempre era una mujer quien hacía de guía y se la veía bien preparada, como Claire, del Museo del Pony, que ha escrito un libro. También ha sido una buena experiencia conocer el proyecto del Sukala de Enric. Estoy agradecida a Koffi y a Moussa que me han ayudado a profundizar en los modos de vivir y además nos han dado testimonio de la realidad que vivieron en Cuba, gracias a esta experiencia ahora pueden trabajar de guías en español y nosotros podemos aprender de ellos.

En Boni nos siguen unos niños que parecen contentos. Nos ponemos a bailar y ellos nos imitan, en poco tiempo se ha organizado una gran fiesta.
En el barrio antiguo de Bobo Dioulasso vemos como se realizan tareas domésticas en la calle, como cocinar o lavar la ropa .Las niñas son muy simpáticas.
De Bobo a Banfora atravesamos por una zona de Baobabs y no puedo resistir abrazarme a uno de ellos. Es un árbol muy generoso, del que se aprovecha todo: corteza, hojas, frutos y la flor, la parte más espectacular del baobab.
Los Domes de Fabédougou, cerca de Banfora, son unas singulares formaciones rocosas. Estas rocas gigantes pueden llegar hasta los cincuenta metros de altura.
En el Lago de Tengrela, donde se encuentran los hipopótamos sagrados, vamos con unas barcas sencillas de madera mientras navegamos va entrando agua en ellas.
En Banfora participamos en la fiesta de fin de año donde los músicos nos reciben con tambores, djembés y un balafon. Mis pies no dejan de moverse y me pongo a bailar con ellos. Cuando son las doce tocan las campanadas con los tambores y comemos doce uvas.
En Gaoua, visitamos el museo  en cuyo exterior se reproducía una casa del pueblo de la etnia Gan, la fortaleza del elefante. Está hecha de barro y paja.
En el Sukala, donde pasamos dos días, se levantan unas edificaciones que quieren imitar las casas Lobi. Nos recibe Enric, el responsable, que es catalán.
En Tiébélé, capital del País Kassena, la decoración de las casas es un trabajo comunitario realizado por las mujeres del poblado. Toda la superficie se cubre con un barniz natural, de esta manera hacen los diseños más resistentes a las lluvias.
En Uagadugú vamos al auditorio del Museo Nacional de la Música, nos permiten hacer un pequeño concierto, cada uno toca un instrumento y juntos pasamos una buena velada musical.

6 comments

  1. Fue un placer compartir viaje con Conxita y su amiga Rosa, cuya alegría y entusiasmo se mezclaban con la de los locales, dando prueba de que los buenos sentimientos se comparten sin fronteras ni razas.
    Con un espíritu tan abierto y receptivo, no me cabe duda de que Conxita se impregna del entorno como la gran viajera que es y que es capaz de mostrarlo así en sus relatos.

    1. Muchas gracias Mercedes! A mi también me gustó compartir el viaje con vosotras! Tengo buenos recuerdos del paseo en barca por el lago. Espero que pronto podamos viajar.

  2. Very interesting, I like it very much. I would want to use this travel company as sooner as, again, I am ready to travel.

    1. Thank you very much Mary! It was a very interesting trip. Altair is a bookstore and travel agency. They sell all my books there. I hope you can travel to Burkina soon

  3. Gracias Concha por hacerme partícipe de tu trabajo- experiencia. Y pude compartir contigo y Rosa un viaje muy breve pero intenso por Burkina y puedo dar fe de tu entusiasmo y vitalidad interactuando con los del lugar. Felicidades

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